miércoles, 9 de junio de 2010

El ocaso es el principio de un nuevo amanecer

Bueno parece mentira pues aún creo que acaba de comenzar el curso, y con él esta asignatura. Pero no acaba de comenzar, sino que casi está acabando. Recuerdo el primer día de presentación de la asignatura y como me alegré de la posibilidad de que Jose nos diera clase de nuevo , pues lo habíamos tenido en primero y nos había ido muy bien, o al menos a mí.

Pero al final Jose dio clase al M 2 y Almudena al M 1. Todo eran espectatívas pues no la conocíamos, pero yo siempre sigo una máxima, pues aunque me dio pena no tener a Jose como profe nuestro, le dije a una compañera, "Nada sucede por casualidad", como dice un proverbio oriental.

Recuerdo aún las clases del principio de Almudena, donde intentaba sacudirnos , zarandeárnos, para que despertáramos a la realidad, a la curiosidad, a la investigación, a la pulcritud profesional, que las cosas no se podían llamar de cualquier manera, que debíamos leer, navegar en el conocimiento, pues nuestro trabajo se iba a realizar con personas , y si no eramos profesionales en la intervención, podíamos hacer mucho daño. Como recuerdo sus dinámicas para hacernos pensar, sus frases para sacar de nosotros/as lo que llevábamos dentro aunque no lo supiéramos, los enfados y mosqueos porque no entendíamos nada, el intento de mostrarnos seminarios diferentes que nos abrieran los ojos a otra realidad!.

Sin apenas darnos cuenta nos hemos ido formando de la mano de Almudena, que aunque no lo creyéramos, estaba siempre alerta por si encestábamos un empujón para andar. A última hora un evento triste en su vida la apartó de nosotros/as físicamente, que se que no en su pensamiento, pues siempre estuvo al tanto de que todo fuera lo menos perjudicial para nosotros/as a pesar de sus duros momentos.

Hoy somo distintos/as a los/las que comenzamos, solo hay que mirarnos y ver como la madurez ha ganado porcentaje en nuestras vidas, por ello desde aquí agradezco a Jose que tomara el timón del barco solo, a pesar de los quebraderos de cabeza que le hemos hecho pasar, a Esther que estuviera siempre apoyando con su presencia, pues ella lo sabe hacer muy bien y se siente su calor y como no, a Almudena de la que he aprendido muchas cosas que seguro me van a servir a seguir creciendo como persona. Gracias por cruzarte en mi camino Almudena, y confirmo la frase que la dije a mi compañera "Nada sucede por casualidad", gracias por todo lo que me has enseñado y que la Felicidad sea siempre tu inseparable compañera!.

1 comentario:

  1. Muy bien Ana,
    buen contenido, buena alternancia entre lo propio y lo obligatorio de la asignatura.
    Enhorabuena por tu trabajo

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