El ciclo vital familiar es un proceso que implica tareas nodales familiares universales y recurrentes, paralelas a las tareas psicológicas individuales, entrelazadas con ellas.
Estas tareas conllevan "estrés" , alcanzando éste un "pico" cuando se está por pasar de una etapa a otra, debido al conflicto, siempre presente, entre el deseo de "retener" el status quo y la necesidad de cambio.
Sherz llamó a este pico de estrés: crisis de transición. Los elementos centrales de cada etapa son unas tareas evolutivas específicas que la familia debe dominar adecuadamente antes de poder pasar a la siguiente etapa.
La evitación de esas tareas ocasiona disfunciones crónicas
en la interacción familiar, en tanto que su cumplimiento adecuado causa un estrés agudo y temporal.
en la interacción familiar, en tanto que su cumplimiento adecuado causa un estrés agudo y temporal.Las acciones que implican las transiciones en el ciclo vital familar producen cambios de composición que exigen: reorganizar roles y reglas.
Según J.Haley, las familias recorren un proceso de desarrollo y el sufrimiento y los síntomas psicológicos aparecen cuando ese proceso se perturba.
Los puntos cruciales en la vida, marcan la incorporación de "nuevos papeles sociales y emocionales" , promoviendo nuevos modos de adaptación.
Existen unas situaciones donde los menores han de ser protegidos según especifica la Ley, y se ha de cumplir con ello unos derechos que están vulnerados.
La situación de desamparo que viene definida en el artículo 172.1 del Código Civil, por ejemplo , pues se produce un abandono de los deberes de protección establecidos legalmente, en cuanto al menor.
Otra situación problemática para los menores es la adopción donde estos afrontan sentimientos de dolor y pérdida con referencia a personas que han sido importantes en sus vidas(cuidadodores, entorno etc)
Puede aparecer en el menor la desconfianza y el miedo ante una nueva situación en su vida, que quizás de nuevo finalice en abandono.
Existe otra modalidad que es el acogimiento familiar simple, que es transitorio y es previsible el retorno a la familia natural, lo que sabemos como profesionales que es lo ideal.
En el acogimiento permanente hay más estabilidad con la familia acogedora del menor, la cual tiene autonomía en sus funciones y no se preve el retorna a su familia natural, pues ésta no es el medio más adecuado para el desarrollo integral del menor.
El acogimiento preadoptivo, tiene como finalidad la propia adopción y el acogimiento abierto es para tener un menor los fines de semana y vacaciones.
En todo momento el programa de tratamiento familiar persigue la reunificación familiar a ser posible, para evitar la separación de menores de su familia, pues todas las situaciones anteriormente citadas, aunque son soluciones ante conflictos producidos en el seno de la familia del menor, traen consecuencias para éste, que no siempre son positiva.
El papel de los/as educadores sociales y otros terapeutas familiares es muy importante en la intervención con menores. En todo momento hemos de ser críticos con las situaciones , y reflexionar ante nuestras decisiones, pues la separación de un menor de su entorno familiar es algo que puede hacer mucho daño.
En todo momento el/la educador tiene que ser imparcial y escuchar activamente a todos los miembros del proceso. La empatía es algo fundamental en el tratamiento familiar aunque no se debe confundir con "colegueo".
La formación de los educadores es un proceso que ha de durar toda la vida, pues siempre hay modelos nuevos, formas más adecuadas, procesos sociales cambiantes en una palabra.
Finalmente recomiendo una película hemos visto este cuatrimestre en la asignatura de prácticas de laboratorio de trabajo social y es "Lady Bird", pues en ella hay mucho para pararse a pensar , en cuanto a la intervención con menores. Si no la habéis visto hacedlo y me contáis.
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